Aprovecho un comentario que me han hecho (anónimo por desgracia) para recomendaros este foroweb:
http://s13.invisionfree.com/Lost_In_Island/index.php?act=idx
Se trata de un sitio en el que les ha dado por jugar al rol con los personajes de la serie Perdidos. Me parece una idea estupenda. Nunca he sido jugador de rol pero entiendo que es una de las muchas utilidades de internet. Incluso sin llegar a ser un juego, la mayoría de los que pululan por la red escogen roles que interpretan dentro de ella y que pueden tener mucho o poco que ver con ellos mismos (por ejemplo yo aquí soy pocacosa, en la vida real también lo soy... pero eso es otra historia).
En definitiva, si os animais a participar de un juego que en realidad es participar de alguna manera en la creación conjunta de un guión no dudeis en apuntaros en la la web de antes. Aún quedan personajes por coger (lista de personajes)
Se levanta el día gris en la ciudad. Aunque todos los pronósticos son de buen tiempo y una mejoría palapable que si no llega hoy llegará mañana. Las últimas lluvias de Cataluña no han servido para llenar los embalses pero al menos ya se va por el buen camino. Cuando lleguen las gotas frías se acabarán de llenar y si no pues restricciones.
A partir de octubre calculan que llegarán las restricciones de agua. Dicen que pueden subir el precio. Y también dicen que por proporción la zona urbana es donde menos agua se gasta. Está claro, las casitas con jardín son las que disparan los consumos: regando el césped, lavando el coche, llenando la piscina... Y también está claro. Estas viviendas son de las gentes más acomodadas. Al final siempre pagan justos por pecadores. Toda la conciencia social de ahorro de agua no sirve de mucho. Me temo que en este país falta mucho de eso en todos los aspectos y triunfa la otra filosofía: si me lo puedo pagar pues adelante.
Y mientras tanto grupos antisistema se descargan violentamente en el metro (link). Está de moda esto de liarse a guantazos para protestar. Grupos anticapitalistas con BTT de 600 euros y móviles de última generación. Eso sí, llevan rastas (aquí está mal visto lo de los cabezas rapadas, que semos mu modernos, señora). Éstos eran unos grafiteros que querían pintar un metro. Está bien eso por el subidón de que te pillen. Claro que si cuando te pillan no aceptas la derrota... pues apaga y vámonos. Yo creía que formaba parte del juego de manchar un pobre tren que no ha hecho daño a nadie, pero ahora resulta que si te pillan tienes que acabar a navajazos. Ni siquiera esto del graffiti es lo que era.
Creo yo que los antisistema en lugar de ir destrozando comercios podrían intentar concienciar a la gente para que no gaste tanta agua.
En ocasiones se ha hablado en pocacosa de los tipos de blog que se ven por ahí. Uno de los que más éxito cosecha es el que recopila links interesantes, o simplemente divertidos.
Un par de famosos y que leo asiduamente son los de oink y yonkis. El primero de ellos ya nos dice que navega por nosotros. De hecho es lo que hacen este tipo de páginas. Una vez encuentras aquella que es más acorde con tus intereses, encuentras resumida una buena sesión de navegar por la red.
Es curiosidad mía pero estoy seguro que nadie se dedica con tanto afán a esto de internet. Ni con tanta eficiencia. Realmente te das cuenta a poco que navegas por estas url que forman unas especies de comunidades en las que todos ellos se copian (por decirlo de alguna manera) de todos. Además la comunidad debe extenderse por el mail hasta más allá de lo que soy capaz de imaginar, recibiendo cientos de correos con direcciones "interesantes" y que el webmaster de la página se encarga pacientemente de revisar.
Lo cierto es que agradezco que haya quien se dedique a estas cosas. Cada día se ve un nuevo mundo virtual. Nuevas comunidades o gente dedicada a actividades de lo más inverosímiles y todas ellas publicadas en la web.
Quien sabe si algún día uno mismo formará parte de esos locos con algo que explicar que no le interesa a nadie (o sí). O quien sabe si ya ese uno ya forma parte de esos locos que explican cosas que no les interesan a nadie (o sí).
Esta es una de esas series que provoca un seguimiento casi enfermizo. Las ha habido siempre, las que acaban siendo clásicos e incluso generan legiones de frikis. La verdad es que en muchas páginas de internet de aquí en España, se está viendo que ésta también está destinada a convertirse en clásico.
Todos los episodios, desde el primero, están regidos por la paranoia. Yo creo que hacía falta un esfuerzo para ver un primer capítulo entero, pero una vez conseguido ya eres presa de la trama. Sales a sorpresa (o varias) por capítulo. Y la mayor es ir descubriendo como se teje un entramado en el que todas las historias de los supervivientes del accidente aéreo son en sí mismas insólitas. Y por si fuera poco se van encontrando estas historias entre ellas de manera que todos los protagonistas acaban teniendo algo en común.
Las posibilidades son infinitas. Me imagino que en este tiempo de parón se puede llegar a especular con todas ellas. Las incógnitas también son inmensas. ¿Qué es la escotilla?¿Quienes son los otros del humo negro?¿Recuperaremos al niño que han secuestrado en el último capitulo?... sobre todo ¿qué son los números?
No sé si al final habrá tantas especulaciones como yo me imagino pero desde ahora voy a empezar a buscarlas por foros.
Es difícil la "vuelta al cole". Cuando llegan las fechas en que hay que volver a estudiar, trabajar... a la rutina. Los telediarios siempre explicando la misma noticia (año tras año) de la depresión postvacacional y como combatirla. Más que telediarios parecen agentes de protección civil ante un huracán o algo peor.
Lo único cierto es que hemos pasado unos días en los que las obligaciones diarias no eran obligatorias y, por tanto, hemos tenido todo el tiempo del mundo para nosotros.
Eso quiere decir que ya no quedaba excusa para hacer todo aquello que no pudimos durante el año. El final de las vacaciones es una buena época para reflexionar sobre la vida. Sobre lo que realmente hemos hecho durante estos días y si es el futuro que queremos. Es la manera más directa de conocer quiénes somos en realidad y cuánto nos parecemos (o más bien todo lo contrario) a lo que quisiéramos ser.