Llega el momento de estrenar coche (bueno, algo así, en realidad el post sirve de metáfora para cualquier otro caso parecido). Tiene de todo: ruedas, volante, puertas, maletero... y hasta radio, y (naturalmente) copiloto.
Y ahí llega la cuestión. La radio y el copiloto (la copiloto). ¿Qué cintas (cd) tienes que llevar? Qué emisora poner. Yo creo que las radios no tienen suficientes memorias. Porque está muy bien eso de repartirlas, según los gustos de ambos. Pero al final siempre se queda fuera el carrusel deportivo... por qué será? Y siempre hay que buscar esa emisora que tanto te gusta manualmente:
- Pero si está al lado de la frecuencia de la número 6 !!! No te cuesta tanto. Es sólo un momentito.
Y los coches de hoy en día tienen un montón de huecos. Dicen que es para organizarse. En realidad yo creo que es la excusa para aprovechar todo el espacio para llenarlo de cassettes (o en moderno, cedes). Porque al final parece que la discoteca te la lleves contigo. Como si fueras un hombre orquesta con el bombo, la trompeta, los platillos, esos cascabelillos de los tobillos... Y mientras tanto el equipo hifi que tienes en casa con un 5.1, dolby sorround, ecualizador de quien sabe cuantas vías y efecto sala de conciertos criando polvo. Ese al final sólo queda para que tu madre escuche a Luís del Olmo.
Pero como la vida es convivencia... pues hay que aprender a convivir en espacios reducidos y cerrados (el coche) y tienes que poner todo de tu parte para que no te de un ataque cuando al final te pasas toda la autopista escuchando lo último del Bisbal. Al fin y al cabo: PRECAUCIÓN AMIGO CONDUCTOR, LA SENDA ES PELIGROSA...
Día nuboso en Barcelona, el cielo encapotado y el sol escondido detrás. Pero estos días son ciertamente bonitos. He visto el mar. Ya no era azul sino gris como el cielo y las nubes en el horizonte hacían que todo quedara en un degradado de grises que llegaba desde la playa hasta encima de tu cabeza.
Pero el gris no es un color triste. Fijándose bien se llena de matices. Verdes, azules turquesa, violetas, amarillos apagados y naranjas pardos (no se si existen esos colores pero suenan bien).
Además el mar (la mar) en estos días tormentosos se muestra encrespado. Es el mediterráneo y ni siquiera se pierde la bandera verde para bañarse, pero la superficie se llena de pequeños picos de agua. El mar (la mar) se muestra nervioso y lleno de texturas. Miniolas que se juntan en olas mayores y finalmente rompen en una explosión de espuma contra la playa.
En fin, habrá que esperar por si el fin de semana sigue igual para bajar a la playa, que además en días así se encuentra casi vacía.