Las palomas son en una de las pequeñas plagas de las ciudades. En varias de ellas ya está prohibido darles de comer. Se reproducen y son un peligro no sólo para los edificios sino que también pueden transmitir enfermedades. Pero en Barcelona (igual que en otras) hay una plaga aun mayor: las cotorras.
Nadie sabe cómo llegaron, huyendo de las jaulas que las tenían como mascota, pero se han hecho las dueñas. Y no me extraña... Hoy lo he visto:
Un parque, un montón de palomas picoteando el suelo, recogiendo unas migas de pan. Hay unas cuantas que están dando cuenta de un trozo mayor de pan, que desmigajan a base de picotazos. Se les acerca una cotorra, se apartan ligeramente... el ave recoge el trozo entero con una pata (esas de garras que tienen tan hábiles) y se va volando hasta un árbol. Allí va devorando bocado a bocado el pan mientras lo sujeta con una de las patas y la otra la utiliza para mantenerse en la rama.
Diría que las palomas se quedaron con un palmo de narices observando a la cotorra, pero no tienen suficiente inteligencia y no hicieron otra cosa que seguir dando picotazos al suelo para recoger pequeñas migajas.
Yo no podía apartar la mirada de aquella otra ave verde, en su rama, dándose un atracón de pan. Sin duda tienen todas las de ganar en la cadena biológica.
Un círculo vicioso es cuando para hacer algo te exigen tener experiencia en hacerlo, pero no hay manera de conseguir la experiencia porque como no la tienes no te dejan ni probar. Para tener un buen curriculum se te pide que antes tengas un buen curriculum.
Además de ser un círculo vicioso es bastante paradoja. No more commentsEs un dicho, casi una frase hecha. Conozco cientos que cuando les increpas con lo de que "tú es que eres un pesimista" te saltan con la coletilla.... "no, realista".
Y digo yo, por qué se tiene que ser realista y no pesimista? Acaso existe la frase... "optimista no, realista". No la he oído decir nunca. Creo que en realidad somos optimistas por naturaleza. Todo el mundo espera que las cosas le salgan bien. Por una parte es lógico, sino no se emprendería ninguna acción ni tendríamos objetivos.
Pero luego parece que nos encanta castigarnos cuando las cosas salen mal. O incluso nos preparamos psicológicamente para que salgan mal... de ahí el pesimismo.
Por eso digo que al final no existen las personas optimistas, ni las pesimistas, ni las realistas. Todos somos iguales, pero cada cual ve a los demás según su propio cristal y por tanto lo que vemos en ellos no es sino un reflejo de nosotros mismos. ¿Qué clase de reflejo? Pues eso ya es trabajo de profesionales.
PD perdón por un post tan cutre y paranoico a la vez
PD2 perdón a los que les haya gustado por llamarlo cutre
La vida se ha comparado con muchas cosas. Que si una caja de bombones, donde cada uno es una sorpresa. O si un camino de rosas (también con espinas). O que si la vida son dos días.
No sé si nadie ha llegado a comparar la vida con el buscaminas. Y la verdad es que yo la similitud la veo muy evidente. Naturalmente el que no haya jugado nunca, no se enterará de nada. Si es así, pruébalo y verás. En el juego siempre se empieza con un movimiento de riesgo. Siempre hay una posibilidad de que acabes escogiendo el cuadrado de la bomba en la primera tirada. Ese es el riesgo de la estadística. En la vida pasa igual. Incluso en la primera tirada puedes tener la mala suerte de encontrar la bomba. No escojemos donde nacemos ni donde vamos a vivir.
Luego hay que ser muy rápido y listo para ir sorteando los diferentes contratiempos. Vas destapando cuadraditos y tu pericia te hace evitar caer en una mina. Los números te dan pistas y si eres listo las interpretas bien y evitas el desastre.
Pero al final todo acaba con una elección. Siempre hay dos posibilidades con la misma probabilidad (cuando no hay más posibilidades idénticas). Y quieras o no, de nada sirve que hayas sido el más listo y que hayas llegado el más rápido pues vuelve a decidir la suerte. El destino te hace campeón o perdedor. Y en la vida hay que ser muy espabilado para llegar a donde quieres, pero al final sólo la suerte decide si eres el ganador o el perdedor.
La sociedad nos lleva a la degeneración total. Quien se atreva a decir que el capitalismo ha vencido y ha demostrado ser el sistema más justo está tan pirado como el que dice que el windows es el sistema operativo más estable.
La degeneración del sistema es evidente en el sector servicios. No sólo el vuelva usted mañana de los bien aposentados funcionarios. En nuestro mundo (el de los blog y por extensión de los internautas), los servicios de internet son el reflejo claro de por qué unos son tan ricos mientras tanta gente se muere de hambre. No me importa si son buenos o malos o peores. Hoy me refiero al servicio. Aquello del cliente siempre tiene razón hace siglos que pasó a la historia.
El cliente ya no es aquel ser que representa el todo de un negocio. Aquél al que hay que mimar y cuidar. Ahora no es más que eso "EL CLIENTE" en un contrato que una vez firmado pasa a formar parte de la bibliografía más hilarante, junto a los libros de Forges o aquel viejo casette de chistes de Eugenio.
No te va internet. Llamas al servicio de atención al cliente (¿desatención más bien?). Las soluciones son las típicas. Me apuesto a que cualquier parecido con un hecho real que te haya sucedido a ti que estás leyendo ésto es más que una pura coincidencia.
Primero te hacen repasar todos los cables.
- Está este conectado ahí, y aquél conectado allà...
- Oiga, que no es por nada, pero que a mí ya me ha funcionado el internet y sólo llamo porque no para de cortarse la sincronización del adsl
- Es para comprobar que no se hubiese soltado ninguno.(claro, a veces se suelta y a veces se conecta, por eso lo de los cortes. Es que hay cables que son unos cachondos).
Después empiezan con las pruebas del ping
- Haga usted ping a tal ip
- Vale... pone que no contesta
- Ah, pues va a ser que no tiene conexión
(tío, no te dediques a echar las cartas que tú si que no tienes conexión)
- ... silencio...
(se alarga el silencio y tú con el teléfono en la oreja sin saber qué decir... y justo cuando empiezas a plantearte si hablar del tiempo o qué suena al otro lado)
- vamos a probar otra cosa.
Después viene todo un calvario de llamadas en las que te van diciendo que quites el programa que te bajas los archivos, luego que quites el antivirus, que quites el cortafuegos, incluso que quites el service pack 2....
Al final llamas una vez y cuando te dicen que quites tú ya no sabes qué contestar y sueltas... mira como no quite la disquetera y apague la pantalla ya no sé qué más voy a quitar.
Por fin un día te pasan con un técnico de nivel 2. Piensas que esto ya es importante, que vas a hablar con un informático que sepa arreglartelo y que sea un tío competente. Ya estás en el nivel 2.
- Buenas tardes
- Buenas tardes, técnico de nivel 2
- ¿Cuál es su problema?
- ¿Te lo tengo que explicar todo de nuevo?
- Pues sí, porque los compañeros que me pasan la llamada no me pueden informar de todos los datos.
- Mira, que se corta la conexión cuando le da la gana y más de 20 veces al día.
- Vamos a hacer una cosa... haga usted un ping....
(aaaaaaaaaaah... si es que yo mataría a alguien...)
Si hay algún técnico por ahí que me explique por qué se me corta la conexión pues nada, que se lo agradecería.
Espero que cuando encuentre el coche que busco, si se me para en medio de la carretera porque sí no se le ocurra decir al tío del concesionario que es por culpa de los dados de terciopelo que cuelgan del retrovisor, o que pruebe a bajar a la suegra, que las suegras siempre dan esos problemas con los coches. Aunque bueno, también sería una solución... pero para otro tipo de problemas.
(gracias a los que habeis aguantado leyendo hasta aquí)
Hay dos tipos de personas. Las que atraen y las que no. Pero no me refiero esta vez al aspecto físico. No si son atractiv@s o guap@s o están más buen@s que el pan. Es algo que va más allá de la física y de la química.
Hay gente que tiene esa suerte de ser atrayente. De viaje, se siente donde se siente siempre a su lado acaba una chica (o chico, según gustos, pero yo me fijo en ellas así que van las primeras) imponente. No sólo eso. Da igual como vaya el tema que acaban hablando e intercambiando teléfonos (o más moderno todavía... intercambiando messengers).
Después están los otros (que son casi todos). De viaje se sientan y a su lado... pueden pasar varias cosas:
1. El avión o tren o autobús lleno hasta la bandera... bueno, no, porque la bandera es nuestro amigo que está más solo que la una con los únicos asientos libres a la vista los que tiene a su lado.
2. Ahí está esa viejecita que se sienta al lado y que encima le gusta la cháchara y le ofrece caramelitos (de esos de las abuelas).
3. Un japones (o todo el tourist tour de japoneses) le rodean hablando ese idioma suyo en voz muy alta y riéndose también ostentóreamente hasta que le levantan dolor de cabeza.
4. Con todos los respetos... llega ese hombre (o mujer) con un gran problema de sobrepeso (y tan grande) que tenía que haber comprado al menos 1 billete y medio pero que no. Que está sentado a su lado. A su lado, encima, detras y por varios sitios.
5. ...(colocar aquí tu propio caso)...