Gente normal, 24h al día, 8h trabajando, 8h durmiendo (o casi), horas de viaje al trabajo, comidas, desayunos, aseos... Y luego viene el gimnasio, la natación, la bicicleta, las salidas de fin de semana, incluso las vacaciones... y los emancipados con las faenas del hogar, los hijos, las actividades de los hijos...
No acabo de entender cómo es posible hacer tantas cosas. La gente debe exagerar sus propias actividades o no me salen las cuentas. Cómo se distribuyen las horas del día es un misterio para mí. Además son capaces de hacer cursillos, de apuntarse a todo y relacionarse con un montón de gente. Por si fuera poco esta sociabilización genera aun mayores actividades que son capaces de asumir sin cambiar el calendario.
Que alguien me lo explique.
Y lo último de la racha de mala suerte.... sin internet durante 2 semanas por culpa del router.
Se fundió. Se dió cuenta que era su momento. Era el momento de romperse, en solidaridad con el resto. Si ya dicen que las desgracias nunca vienen solas. Pero yo aún me pregunto por qué.
Un delantero tiene una racha de mala suerte porque no mete un gol. Al final rompe la racha y empieza otra de buena suerte en la que no falla uno. Este ejemplo lo entiendo. Es todo pura psicología. El propio jugador se convence de su mala suerte o de la buena y todo le viene de cara o de cruz.
Pero hay otras fuerzas más extrañas en el universo. Esas que hacen que todo te salga mal y no hay explicación psicológicas posible. Cuando te llaman para decirte que algo que tu esperabas se ha ido al carajo y luego pierdes el bonobús, además se rompe tu cama mientras estás dormido en ella y por la mañana los únicos pantalones que tenías planchados resulta que al ponértelos acaban con un roto. Te vas con los que llevas sin planchar pero es igual porque empieza a llover cuando anunciaban un tiempo estupendo. Es una suerte sí, por los pantalones. pero no para ti que acabas empapado hasta los huesos, y cuando llegas al despacho te llama esa clienta a la que no querías ni ver y te tiene 1h al teléfono peleándote, uf....
... y no sigo que voy a acabar aun más deprimido.
¿Me puede explicar alguien por qué las desgracias nunca vienen solas? ¿Es posible que exista algún tipo de fuerza de gravedad de la suerte que cuando es mala se atraen entre ellas? Porque todos hemos tenido rachas de mala suerte y ninguno sabemos como salir. Se van solas. Pero hay que ver lo que cuesta que se vayan!!!!
Vilanova i la Geltrú. Hoy he ido por segunda vez.
La primera fue por trabajo y fui con el coche. El camino ya se sabe... autopistas, autovías, después por la nacional, acabando en la avenida principal del pueblo-ciudad, con un par de carriles para cada circulación y aparcando en zona azul (la de pagar). Hice el trabajo y me volví. Punto y final.
La segunda (hoy) también he ido por trabajo pero esta vez he escogido el tren para llegar hasta ella. El camino parecido al que ya había hecho. Un poco más lento pero tampoco descaradamente. La única pega, la estación está un poco alejada de mi destino. Pero ahí ha sido la verdadera experiencia. Recomiendo Vilanova i la Geltrú a todo el mundo.
Desde la estación se llega hasta la rambla principal, un paseo peatonal arbolado con edificios noucentistas a lado y lado. Preciosa, sobre todo ahora en primavera con todos los árboles verdes. Y después girando por otro paseo, este con tráfico pero poco. Repleto de edificios bastante bonitos con mucha solera y otros más modernos y no tan lucidos. Pero el ambiente igual en ambas calles, indescriptible, relajado, de pueblo, con actividad pero también con un "no se qué" que no tienen las ciudades grandes.
En definitiva. ¿Dónde vamos a parar con los coches? ¿Acaso no nos estamos perdiendo lo mejor de los sitios? No soy completamente anticoche pero me toca discutirme con gente que lo usa indiscriminadamente (esos de los que se dice que van en coche hasta para comprar pan). Hay que parar esta escalada automovilística y usarlos sólo para lo que son. Hay que volver al paseo y al viaje en tren, desde donde se ven las cosas de una manera mucho mejor.
Lo que para la mayoría de personas es sencillo, para otras se vuelve en un suplicio. La diversidad de ofertas confunde y apabulla.
Pero de lo que me estoy dando más cuenta ahora y que me hace reflexionar es lo mucho que han subido algunas cosas desde que entramos en el euro. No es hasta que empiezas a repetir compras, hasta que tienes casos similares y con un cierto tiempo pasado para poder ver con perspectiva lo mucho que está cambiando (a peor) la sociedad. Lo del euro seguramente sólo sea una excusa, una manera de encontrar un culpable, uno que sea pequeño y no sepa pelear. Al final el propio egoísmo de la gente, el egoísmo entonces de la sociedad capitalista feroz que vivimos es, según mi punto de vista, el culpable real.
Busco coche. No busco nada del otro mundo. Sólo exactamente lo mismo que ya encontré hace unos 6 años. Un coche no muy antiguo, de segunda mano, con unas condiciones que eran las mismas entonces que ahora. Pero ahora no lo encuentro. Si quiero algo que se parezca a lo que compramos en aquella época ahora tengo que invertir el doble de dinero.
No sólo eso, recuperando una revista antigua de automóviles (me sirve de referencia para ver como eran los coches del año que me interesan), me doy cuenta que entonces un coche nuevo era tremendamente más barato que ahora.
No hay excusa para decir que los de ahora son más modernos y ofrecen más comodidaes. Hace 6 años ya eran así y si ahora los hacen mejores tampoco importa porque yo busco algo igual que el de hace 6 años.
En definitiva, me parece que un incremento en 6 años del 100% no es justificable por nada. Y eso que no estamos hablando de vivienda, que ahí si que habría para ponerse a llorar.
Por cierto... mi sueldo no se ha duplicado, ni muchísimo menos.